JUAN DE LA GARMILLA EN LA IGLESIA DE VALHERMOSA

 

 

 

Esta torre de planta octogonal seccionada, que alberga la escalera de husillo para subir a la espadaña, la construyó el maestro de cantería Juan de la Garmilla en 1657. Las plantas trepadoras la están devorando y, por desgracia, poco más queda de la bonita iglesia de Santa Cruz que en otro tiempo fuera la parroquia de Valhermosa.

 

Sin embargo, de Juan quedamos también todos los Garmillas de Valdivielso, con independencia del lugar en que llevemos su apellido, e incluso muchos que no saben ya que lo llevan. Este maestro cantero se vino desde la Merindad de Trasmiera en el siglo XVII, no solo para dejar bellas obras de arte en el Valle, sino también para establecerse en él. Se casó, poco después de 1650, con Francisca de la Lastra, nacida en Puentearenas en 1632, hija del también trasmierano y maestro de cantería Francisco de la Lastra, quien construyó, entre otras cosas, la torre de la iglesia de Población y la casa de los Díaz de la Torre (llamada "Casa de los Capellanes") en Arroyo. Pero esa es otra historia: sobre estos maestros canteros y sus trabajos en Valdivielso aún hay mucho que investigar. De momento, contemplemos las viejas ruinas en la soledad de uno de los parajes más hermosos del Valle. La torre sigue en pie, y la numerosa descendencia de la pareja Garmilla-Lastra puede todavía emocionarse con toda esta belleza.

 

Eso sí, los que queráis contemplar los restos de la iglesia, no os acerquéis demasiado a ella, porque hay peligro de que el derrumbe continúe, y desde unos cuantos metros de distancia se ve muy bien. La belleza romántica y el valor histórico de estas ruinas, en un marco de hermoso paisaje agreste y con una espléndida vista panorámica, bien merecerían un trabajo de consolidación para que estos restos no acaben desapareciendo, para que la rica e importante historia de Valhermosa y de sus hijos ilustres siga teniendo un origen en el que situarse. Si no se interviene rápidamente, en poco tiempo solo podremos ver los planos de la planta y el alzado de la torre, guardados en el Archivo Histórico Provincial de Burgos, entre los protocolos notariales de Pedro Alonso de la Torre, El Menor, escribano que trabajó en Población de Valdivielso entre los años 1622 y 1664.

 

Precisamente en 1664 falleció el maestro cantero Juan de la Garmilla en Puentearenas, o La Puente, como se decía entonces. Era mi deca-abuelo, es decir mi décimo ascendiente contando desde mi madre. Si ella viviera, vería nacer hoy o mañana, aún no lo sabemos, a su cuarto biznieto. Este niño ya no llevará un Garmilla entre sus primeros apellidos, pero estará en el mundo gracias a que aquel Juan de la Garmilla decidió quedarse a vivir en Valdivielso y formar una familia que entroncaría con muchas otras del Valle. Me gustaría que alguien, algún día, cuando quizá yo ya no esté, le contara al descendiente nacido en 2018 estas historias de cuatro siglos atrás, y le pudiera llevar a ver la torre octogonal de la iglesia de la Santa Cruz, y le mostrara también la firma estampada por Juan de la Garmilla al pie de los documentos notariales, una firma de letras grandes y rectas, con sólidos trazos verticales, como los sillares de piedra con los que él tantas cosas construyó.

 

 

Mertxe García Garmilla